Podemos sentirnos solos, en cualquier ámbito público o privado, abarrotado de individuos, y a la vez agobiados y desconcertados.
Pasar a un estado de aislamiento individual desde el cual no se puede percibir más que ruido molesto y siluetas que se convierten en manchas blanquecinas provenientes de una multitud que te rodea.
Sensación de asfixia causada por el abrumo del barullo del gentío.
El individuo entra en un estado de abstracción quedando inmóvil manifiestamente, colaborando directa o indirectamente en un espacio multitudinario, mientras en su interior dominan las palpitaciones, la turbación, el desasosiego,...
Pasar a un estado de aislamiento individual desde el cual no se puede percibir más que ruido molesto y siluetas que se convierten en manchas blanquecinas provenientes de una multitud que te rodea.
Sensación de asfixia causada por el abrumo del barullo del gentío.
El individuo entra en un estado de abstracción quedando inmóvil manifiestamente, colaborando directa o indirectamente en un espacio multitudinario, mientras en su interior dominan las palpitaciones, la turbación, el desasosiego,...
Datos personales
Sin título; "Entre el abrumo"
EL traje, barrera protectora pero a la vez aislante de comunicación entre el individuo que se encuentra dentro de él y los observadores/participantes, que le rodean e inmovilizan al enrollar las cintas elásticas en su cuerpo.
El individuo se convierte en un ser inerte, sin control alguno sobre su cuerpo. Mientras, en el interior, las rápidas palpitaciones y fuerte respiración, acercándose a la asfixia, hacen el abatimiento evidente.
El individuo se convierte en un ser inerte, sin control alguno sobre su cuerpo. Mientras, en el interior, las rápidas palpitaciones y fuerte respiración, acercándose a la asfixia, hacen el abatimiento evidente.
Sin título; "Entre el abrumo"
Sin título; "Entre el abrumo"
Dieciocho siluetas de apariencia fantasmal, sin rostro, ... situadas tras la película blanquecina divisada a través de los ojos del espectador, línea de separación entre los iguales y él mismo, que se convierte ahora en participante, recogiendo a su vez la sensación del individuo afectado por la situación temida.